Dormir bien no es un lujo, es una necesidad. Y, sin embargo, en la cultura del “no pain, no gain”, muchos subestiman el descanso como parte esencial del bienestar físico y mental. En Soluna, creemos que el verdadero equilibrio entre sol (acción) y luna (descanso) comienza cuando entendemos que dormir bien también es entrenar.
El descanso es parte del entrenamiento
Cada noche, tu cuerpo realiza procesos que son imposibles de replicar con suplementos o rutinas. Durante el sueño profundo, los músculos se recuperan, el sistema inmunológico se fortalece y el cerebro elimina toxinas que se acumulan durante el día.
Dormir menos de 7 horas afecta la coordinación, la toma de decisiones y el rendimiento físico. Así que, si tu meta es correr más rápido, levantar más peso o simplemente sentirte mejor, empieza por dormir mejor.
Lo que el sueño hace por tu cuerpo
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Repara el tejido muscular: el cuerpo libera hormona del crecimiento mientras duermes.
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Regula tus hormonas: un mal descanso altera los niveles de cortisol y grelina, aumentando el estrés y el apetito.
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Refuerza la memoria muscular: dormir mejora la retención de habilidades aprendidas durante tus entrenamientos.
Cómo mejorar la calidad de tu sueño
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Apaga pantallas una hora antes de dormir. La luz azul confunde tu reloj interno.
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Crea una rutina nocturna. Lee, estira o medita antes de dormir.
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Evita la cafeína y el alcohol tarde. Ambos interrumpen las fases profundas del sueño.
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Haz ejercicio, pero no justo antes de acostarte. Elevar demasiado la frecuencia cardíaca cerca de la noche puede dificultar el descanso.
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Mantén tu habitación fresca, oscura y silenciosa.
Dormir es un acto de amor propio
No hay rendimiento sin recuperación. En una ciudad que se mueve a mil por hora, descansar se convierte en una forma de resistencia. Dormir bien no es “hacer nada”, es permitirle al cuerpo hacer todo lo que necesita para seguir.